¿El estrés es bueno o es malo?
Es la pregunta que lanzábamos en nuestra webinar en abierto sobre el estrés. La mayoría de las personas al otro lado de la pantalla contestaron: ”depende”.
Algo tuvo que ver nuestra presentación inicial o simplemente venían con la lección aprendida, porque habitualmente solemos darle al estrés el papel del malo de la película. Y sin embargo el estrés está ahí para ayudarnos. Otra cosa es que, en ocasiones, se le va la mano y nos bloquea.
Como dice la neurocientífica Sonia Lupien,
«El cerebro es un detector de amenazas. Cada vez que detecta algo que supone una amenaza, ya sea para nuestro tiempo o para nuestra vida, generará hormonas del estrés para aportarnos la energía necesaria»
Así que, efectivamente, el estrés no es ni bueno ni malo. Depende de:
• la dosis
• si es ocasional o crónico
• cómo lo experimente cada persona
Seguro que has visto algún documental donde una gacela pasta tranquilamente en medio de la sabana y llega un león. Su cerebro le inyecta la carga de estrés necesaria para que huya y salve el pellejo (difícil imaginar una situación más estresante, ¿verdad?). Con la dosis adecuada de estrés la gacela se salva. Si esa dosis fuera mayor o se prolongara en el tiempo, la gacela nos diría aquello de: “¡estoy estresada!”.
Algo así nos pasa a las personas. Necesitamos el “chute” de energía para emprender proyectos o acabar tareas, pero si la dosis es muy alta o el tiempo muy largo, podemos llegar al bloqueo.
7 factores generadores de estrés en el trabajo
Para poder trabajar sobre el estrés y empezar a gestionarlo a nuestro favor, lo primero, como siempre, es tomar conciencia de qué me lo está generando.
Para ayudarte a poner el foco en tus detonantes, te presentamos 7 factores generadores de estrés que medimos con nuestra Evaluación de Coeficiente de Estrés de TTI Success Insights.
Y para que le empieces darles la vuelta, te regalamos unas preguntas para trabajar con cada detonante.
1- Carga de trabajo. Hay estrés por carga de trabajo cuando el puesto tiene un perfil mal definido; hay una cantidad excesiva de trabajo; o las habilidades no son compatibles con el puesto.
¿Qué tipo de formación y recursos necesitarías ahora mismo para poder manejar mejor las demandas de tu puesto?
2- Esfuerzo vs recompensa. Poner mucho esfuerzo sin satisfacer la necesidad de una recompensa puede transformarse en estrés laboral.
¿Cuál sería para ti una recompensa adecuada, en base a las habilidades y talentos que aportas al trabajo?
3- Capacidad de control. Algunas de las causas comunes de estrés en el trabajo incluyen quejas sobre:tener demasiada responsabilidad con poca autoridad; que nadie te tome en cuenta; que nadie entienda lo que haces.
¿A qué no estás diciendo «no»?
4- Cambio organizacional. Cualquier cambio en la gente, la estructura, la tecnología o los procesos, puede generar incertidumbre y crear tanto estrés como oportunidades.
¿Con quién puedes hablar sobre los cambios que están por llegar dentro de la organización?
5- Estilo de liderazgo. Las razones comunes causantes del estrés incluyen la falta de apoyo por parte de sus líderes.
¿Qué necesitas de un líder para sentir que te apoya?
6- Apoyo social. La falta de apoyo por parte de los colegas y líderes puede llevar al estrés laboral.
¿Cómo puedes contribuir a mejorar el ambiente y apoyo social en tu trabajo?
7- Estabilidad laboral. El estrés por inestabilidad laboral se deriva del miedo a perder el trabajo; la falta de avance o promociones lentas; promociones demasiado rápidas.
¿Cómo puedes empezar a prepararte para un futuro inestable?